María del Pilar Méndez, Diario La Prensa, 8 de mayo de 2012
Emprendimiento. Marta Padilla
(Izq.) es la mentora de Yaribel Barragán (Der.) en su negocio de postres. LA
PRENSA/Ana Rentería
Yaribel Barragán es una joven empresaria que junto con su madre, Eusebia
Tuñón, establecieron Cookie´s House, un negocio que se dedica a la confección de
galletas, boquitas, postres, y a la decoración de eventos.
Aunque el negocio no va mal, a Barragán le falta concretar ciertos aspectos
de su empresa, como un efectivo plan de negocios. Para lograrlo recibirá la
asesoría de Marta Padilla, una experimentada economista con especialidad en
finanzas.
Padilla es la mentora de Barragán dentro del programa de mentorías que
desarrolla, por segundo año consecutivo, la organización no gubernamental Voces
Vitales de Panamá.
Cambio de rol
Barragán cuenta que la idea de Cookie´s House surgió hace 10 años, cuando
sus padres se separaron. Su madre, repostera y profesora de repostería en el
centro de entrenamiento Dale Carnegie Panamá, siempre había hecho dulces por
pedido, pero no fue hasta ese momento cuando pensó en sacarle provecho a su
habilidad en un negocio. Yaribel, publicista y especialista en mercadeo, decidió
ayudar a su madre a montar Cookie´s House. Aunque dejó su carrera a un lado para
este fin, se siente satisfecha porque puede aplicarla de alguna manera. Ella se
encarga de la decoración, mercadeo y venta de los productos del negocio.
Para crecer
Barragán afirma que Cookie´s House aún tiene un carácter informal, debido a
que no cuentan con un local propio y hace un año, luego de una capacitación de
la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, les obsequiaron un horno
industrial que aún no han podido instalar. “No cuento con un presupuesto para
montar el negocio como es debido. Los de cocina requieren una inversión muy
alta”, dice.
Para ella, sus metas son, además de tener un local, crear líneas de
productos que permitan ampliar el negocio. Para encaminarla hacia esos objetivos
está Marta Padilla. “Ella tiene muy buenas ideas, pero hay que aterrizarlas. A
pesar de que es una profesional, todavía no tiene un plan de negocio formal para
su idea de emprendimiento y he acordado con ella que empecemos por allí”, indica
la economista, que ya había sido mentora en el primer programa.
“Muchas quieren ser emprendedoras, pero no pueden porque se preguntan,
¿cómo llevan el pan a su casa? La realidad es que hay mujeres que no pueden
dejar de ser asalariadas para ser emprendedoras”, afirma.
Precio al trabajo
Annie Vial, directora ejecutiva de Voces Vitales de Panamá, recalca que uno
de los principales problemas de las emprendedoras es que no saben ponerle precio
a su trabajo y suelen cobrar menos de lo que realmente les cuesta hacer sus
productos.
Padilla coincide con Vial y señala que como ven el dinero fluir no se dan
cuenta de los costos reales de la producción y, a veces, no ganan ni recuperan
los gastos de la elaboración del producto.
Además, Barragán reconoce que es difícil manejar el dinero en una empresa
propia. Asimismo lo señala Padilla, “ese es un mal común de casi todas las
emprendedoras”, porque el dinero del negocio debe separarse de todo lo
demás.
Guía para las emprendedoras: El programa de mentoría de Voces Vitales es de seis meses y durante este tiempo la mentora y su emprendedora deberán reunirse una vez por semana para evaluar el plan y los costos del negocio.
Annie Vial, directora ejecutiva de Voces
Vitales de Panamá, explica que para la elección de las 16 emprendedoras que este
año forman el grupo, se basaron en las recomendaciones del Acelerador de
Empresas de Panamá, tras pasar por entrevistas y una prueba Disc.
“No necesariamente la mentora tiene el mismo tema que desarrolla la
emprendedora. Tratamos de que sean diferentes porque las mentoras aprenden de
sus aprendices; queremos que creen un vínculo de amistad. La mentora es la guía
para esa emprendedora que comienza el camino para mejorar su negocio”, comenta
la directora ejecutiva de Voces Vitales.
